"EL HERMANO MAYOR"
EL MAESTRO, EL AMIGO, EL SENDERO…!No. 132



PROLOGO

¿En que consiste la felicidad?

En vivir plenamente la vida con alegria y optimismo...

¿Y cuando tenemos nuestros ratos malos o desgracias personales, etc.., como podemos mantener eso que usted dice?

Detrás de la noche viene el día, después del calor viene el frío, no hay nada permanente todo es cambiante, así después de comprender nuestras fallas y aceptarlas la vida nos cambia y nos premia. "Todo pasa" decía el Buddha, y Don Domingo Dias Porta nos enseñaba: "cuidemos de jamás convertirnos en una persona amargada y quejona", esa es una de las claves de la felicidad.

¿Si pero es duro aceptar las situaciones difíciles de la vida, no le parece..?

Si nos aceptamos a nosotros mismo tal como somos, pues nada nos fastidia, ni nos incomoda, aprendemos a vivir en armonía con nosotros mismos y con todos los que nos rodean.

¿Es usted feliz?

Dentro de lo que se puede decir si, si, al menos l diré que no me siento un hombre infeliz. La vida me ha premiado con cosas maravillosas.

¿Como lo logró?

No lo he logrado, solamente trato de vivir diariamente las situaciones sean estas buenas o malas en armonía, aceptarlas como una manifestación divina dentro del medio en que me desenvuelvo y cumplir con lo que estoy haciendo de la mejor manera posible además trato de corregir en el camino los errores aprendiendo también de los aciertos para utilizar esa experiencia en las épocas difíciles y expandirlas en las etapas de desarrollo para el bien de todos.

¿Si eso es así, que es el amor para usted?

Todo lo que veo, siento, huelo y palpo diariamente. Todo es una manifestación de amor, con sus altas y sus bajas, es cuestión de sintonizarse con la realidad de la vida, nada más.

Pax...!

Unidos en el ideal de nuestros MAESTRES, van mis deseos sinceros de luz, PAX.!

GELONG Carlos Santos Puig

Guayaquil, Ecuador, 4 de Junio del 2.007


ENSEÑANZA VIVIENTE (PREGUNTAS AL HERMANO MAYOR)

¿Por qué existen seres humanos en otros mundos?

¿Por qué han de existir seres humanos en otros mundos? La prensa se ha ocupado del hecho concerniente a la posibilidad de la existencia de hombres en otros mundos, tomando muy en cuenta la afirmación del profesor Agreste, respecto a que Sodoma, la ciudad bíblica, pudo haber sido destruida por seres extraterrestres, después de haber sido habitada por ellos.

El hecho de que en el desierto de Libia se hayan encontrado isótopos radio- activos de aluminio y de berilo, lo que parece que prueba que las estalactitas, o sea, las formas cristalinas, se formaron hace un millón de años, hace pensar al profesor Agreste que en realidad la Tierra estuvo habitada o visitada por seres extraterrestres con conocimientos nucleares avanzados.

El hecho de existir en Heliópolis la terraza de Baalbek, construida con enormes baldosas, sin que hasta nuestros días se haya conocido quién fue el autor de semejante obra, ni para qué fue construida, y siendo que existen en el mismo lugar ruinas de incalculable valor histórico, hace suponer a dicho profesor que tal terraza pudo haber sido un campo de aterrizaje de naves siderales. Naturalmente que todo esto está envuelto en un manto de misterio.

Pero podemos decir algo al respecto: no se puede afirmar ni negar nada en este sentido. Pero nos preguntamos: ¿por qué, si nuestro suelo fue descubierto por seres de otros mundos y hasta residencia tenían en la Tierra, por qué es que no han seguido visitándonos? Si hace un millón de años de aquellos tiempos, ¿por qué no han seguido estableciendo relación con nosotros?
Si en aquellos tiempos estaban tan adelantados en aeronáutica, ¿cómo no Lo estarían hoy? Por miedo a los humanos no pudo haber sido, pues Sodoma, la ciudad destruida, fue evacuada antes de su destrucción. Hecho éste que nos indicarla hipotéticamente que fue de mutuo acuerdo su destrucción entre los hombres siderales y los terrenales.

Esto no significa que no existan hombres, y una vida exactamente igual a la nuestra, en otros mundos. Las leyes físicas por las que ha tenido que pasar nuestro planeta para existir son comunes al Universo infinito, esto es, a la naturaleza en cualquier lugar del Cosmos. Así como las leyes lógicamente han producido la Tierra que habitamos, así han producido y están produciendo un sin número de mundos iguales al nuestro, con la misma evolución y las mismas civilizaciones. Es un plan que se está desarrollando en el Cosmos.

Podemos estar seguros de una cosa: que en todos los mundos que existen iguales al nuestro, no existe más avance científico que el que nosotros poseemos. Nosotros estamos tratando de conocer nuestro sistema planetario y ellos están en las mismas circunstancias. Por otro lado, son bastantes elocuentes las palabras de Jesús al respecto: “en la casa del Padre, muchas moradas hay”.

Esto os demuestra el hecho de que, si no estuviésemos todos a la misma altura, tal vez estuviésemos ya invadidos por científicos de otros mundos tratando de hacer experimentos en nuestro suelo e investigando si poseemos los mismos sentidos, costumbres y lenguajes que ellos.

Contacto con los hombres de otros mundos

Mi charla de hoy, versará sobre cómo el hombre se pondrá en contacto con los hombres de otros mundos.
Desde los orígenes del telescopio, que la leyenda atribuye a dos hijos de un óptico de Middelburg que lo inventaron jugando con dos cristales, hasta la aparición del gigantesco telescopio del Monte Palomar con sus 5.08 mts. de diámetro, el hombre ha hecho grandes avances en el descubrimiento del espacio. Cada vez se acerca más al infinito por medio de estos cristales, y esto unido al estudio del espectro solar, lo hace capaz de saber las sustancias que componen los mundos aunque estén a miles de años luz. Ya hoy el hombre conoce con más o menos seguridad la distancia de un mundo a otro de nuestro sistema solar, así como la de las estrellas que a simple vista vemos. Ya con este conocimiento, se está lanzando al espacio o hace intentos para lanzarse a él. Todo esto lo hace con el fin de descubrir si hay o no vida en otros mundos. Dada la distancia en que se encuentran aquellos en donde existen verdaderamente civilizaciones como la nuestra, es fácil comprender que no es por la vía de la aviación sideral que el hombre va a conocer la vida de otros mundos. Ejemplo: para poder llegar el hombre en cuatro años de viaje a la estrella más cercana de nuestro sistema planetario, necesita viajar a la velocidad de 300,000 kms. por segundo. Como ustedes saben, esta estrella se llama Alfa del Centauro. La ciencia admite que es imposible que ningún aparato terrestre pueda alcanzar esta velocidad sin incendiarse.

Ahora bien, los cohetes interplanetarios sólo alcanzan la velocidad de un poco más de 3,200 m. por segundo, velocidad que es una friolera en comparación de la velocidad de la luz, que como sabemos es de 300,000 km/seg. Si el hombre llegase a fabricar un aparato que viajase a razón de 2,343 km., no metros, por segundo, necesitaría, para llegar a la estrella más cercana de nuestro sistema planetario, 512 años. En las inmediaciones de ella podríamos encontrar a uno de esos satélites exactamente igual al nuestro, con una vida en evolución similar a la de nuestro mundo. Es fácil comprender que ningún aparato hecho en la Tierra puede garantizar la existencia de un aparato semejante y en actividad. Vemos, pues, que es imposible semejante viaje.

Lo que sí es posible es que el hombre descubra un aparato semejante al televisor que capte a distancias muy remotas los sonidos y las presencias de las cosas que están ocurriendo en aquellos mundos. En esta forma nos enteraríamos a qué altura de civilización se encuentran ellos. Naturalmente que recibiríamos los mensajes tal vez con al menos cuatro años de retraso, que es la distancia en años luz que existe entre aquellas regiones y nosotros. Esta es la única forma en que el hombre terrestre puede ponerse en contacto científicamente con sus hermanos de otros mundos. Puede el hombre tratar de visitar los mundos de nuestro sistema; puede vencer los 240, 000,000 de kilómetros que hay de la Tierra a Venus, por ejemplo, pero no encontrará hombres en él, por razones ocultas que hay que estudiar. Sólo en la Tierra existe lo que podríamos llamar el principio humano; la Tierra es como un óvulo femenino, que en el útero, que en este caso sería el sistema planetario, recibe el espermatozoide humano, mientras los demás planetas son óvulos que no reciben esa simiente, aunque tienen una función muy importante en el Cosmos con respecto a la Tierra y el desarrollo de la humanidad.

Sintonía con otros mundos

Esta charla versará sobre el por qué y el cómo la Tierra y otros mundos están sintonizados. Pues bien, todo lo que existe en el Universo infinito obedece a leyes; leyes que rigen tanto lo grande, como lo pequeño; tanto lo feo, como lo bello; tanto lo bueno, como lo malo. Estas leyes las define Hermes en un postulado profundamente sabio que es el siguiente: “como es arriba, así es abajo”. Esta es una llave o clave de sabiduría, la que se traduce en estas expresiones: “como es aquí, así es allá; como es lo grande, así es lo pequeño; como es lo feo, así es lo bello; como es lo malo, así es lo bueno; como es la vida, así es la muerte”. Esta es la razón por lo que se dice en filosofía que los extremos se tocan; por eso se dice que e) odio es una expresión del amor.
Si penetramos profundamente en estas verdades, no tardaremos en comprender que no sería lógico, científico, que en todo el Universo, sólo en nuestro sistema solar existiera un planeta con vida organizada y en evolución como es la Tierra en donde vivimos. Es de niños o de mentes muy atrasadas el pensar que sólo en la Tierra se habla español, inglés; que sólo en ella haya autos y tantas cosas que podríamos ennumerar.

Naturalmente que hasta principios del siglo XX, tanto la ciencia como la religión, negaban esta verdad, siendo Camilo Flammarión quien, con su obra titulada: Pluralidad de mundos habitados, pudo abrir algo las mentes anquilosadas. Ya hoy se habla de seres extraterrenos, que ya es algo en la conquista de la evolución del pensamiento. Aunque todavía la ciencia no puede comprobar este hecho, no puede negar rotundamente que existan hombres en otros mundos sin echarse encima a los hombres de mente evolucionada. Para el hombre verdaderamente inteligente, no puede existir el Universo infinito sin estar poblado de soles y mundos iguales a los nuestros, donde se desarrolla la vida consciente universal en forma de civilizaciones, porque es la expresión de la vida consciente de Dios.

Los mundos piensan por las mentes de los seres que los pueblan; así, los mundos y universos, fueron creados para una evolución espiritual.
Si elevamos nuestra mirada al firmamento, podemos comprender cómo en el Macrocosmos, todos los sistemas planetarios, están en sintonía para formar constelaciones, y éstas últimas, para formar galaxias. Así, todos forman parte de un Todo universal, donde se desarrolla la vida humana para gloria de Dios y de su manifestación como es arriba es abajo”.

La conciencia humana y su futuro próximo

Hemos venido hablando de lamente cósmica, de los mundos y su evolución, de la mente del planeta, de la Iniciación, en fin, de lo que le ocurre al hombre después de la muerte y muchas cosas más. Observarán que no hago citas de autores para reforzar los conceptos que les expongo. Las razones son las siguientes:
Primero, porque muchos de los conceptos que les traigo son de origen estrictamente secreto, y si bien hay algunos que han sido mencionados por ciertos autores, estos los han presentado en claves o símbolos.
La segunda razón es por ser muy corto el tiempo de que dispongo para estas charlas y se agotaría solo mencionando citas. Pero creo oportuno recomendarles como lectura las obras del doctor Serge Raynaud de la Ferriére, fundador de la Gran Fraternidad Universal, el cual es nuestro Maestro

Entremos en el tema de hoy:
Estamos presenciando una época que es única en la historia del mundo; la mente del hombre se va desarrollando aceleradamente; los niños de hoy tienen una vivacidad superior a la de los niños de antaño; hasta se dice que los niños antiguamente nacían con los ojos cerrados y hoy nacen con ellos abiertos.
Los inventos, con sus avances traen una nueva civilización, un nuevo concepto de la vida, en fin, todo avanza, todo se mueve hacia una meta final.
Pero ya el hombre corriente está en camino de alcanzar esa síntesis del conocimiento, esa Iluminación llamada en los Libros Sagrados: “Hijo del Hombre”, por ser una transformación del hombre corriente en un Iluminado. Es fácil comprender que cuando llegue esta realización hacia donde se mueve la humanidad, el mundo será con respecto al de nuestros días, un verdadero paraíso.

¿Por qué, en nuestro sistema solar, sólo en la Tierra existe vida humana?

El por qué de este fenómeno obedece a causas esotéricas que no son del dominio público. Para poderlas comprender, hay que asimilar el hecho de que los mundos no solamente existen para una manifestación material; además de esto, tienen otra finalidad en el espacio.
El sistema planetario es un conjunto que representa una entidad de doble expresión: la material y la espiritual o psíquica. Por esto es estudiada bajo dos aspectos: el astronómico y el cosmobiológico o astrológico.
El primer aspecto, o sea, el astronómico, es estudiado sobre las bases del movimiento heliocéntrico, o sea, que el Sol constituye el centro del sistema; todos los planetas giran en derredor de él. A este movimiento se le llama movimiento real.
El segundo aspecto, el astrológico, se basa en el movimiento geocéntrico, o sea, que se toma a la Tierra como centro del Universo; se consideran a todos los planetas, inclusive el Sol, como satélites de la Tierra. Por eso se dice que la astrología se basa en el movimiento aparente de los astros, y la astronomía en el movimiento real de aquéllos.
Pero en este movimiento aparente se encierra una gran verdad: al ser la astrología la ciencia que trata de las vibraciones o influencias de los mundos sobre la Tierra, para el estudio de dichas vibraciones no interesa que la Tierra gire o no en derredor del Sol; lo que importa es saber que tanto el So!, como todos los mundos que la rodean, la afectan con sus vibraciones.
Cuando vemos aparecer el Sol en el oriente, nos parece que gira en derredor nuestro, y aunque es mentira, sentimos la realidad de su luz y de su calor, porque se produce el mismo fenómeno que se produciría si el Sol girase en derredor de la Tierra. Del mismo modo, vemos que por el movimiento diurno de nuestro planeta aparece cada dos horas una constelación zodiacal en el horizonte. Eso hace que un niño nacido a las diez de la mañana, no tenga el mismo destino que otro nacido a las doce. En astrología se dice que tienen diferente ascendente. Naturalmente que lo que ocurre es que el cielo constantemente cambia de situación con respecto a la superficie de la Tierra; sin embargo, el firmamento no se mueve, sino la Tierra.
Ya podemos comprender que hay una fase oculta en la vida de nuestro mundo, que es donde reside el problema de que sea ella el único planeta que se encuentra habitado por seres humanos capaces de pensar y sentir la vida oculta, la sabiduría sublime.

Hemos dicho que nuestro sistema solar es una entidad que está en evolución, y para darnos una idea de esta verdad, tiremos una línea imaginaria desde el Sol hasta Plutón, el planeta más retirado del Sol, y coloquemos a toda la familia solar en su lugar correspondiente.
Comenzaremos por el Sol fuente de vida y cabeza del sistema; en seguida encontraremos a Mercurio, que con sus influencias intelectuales representa la garganta, el verbo; enseguida encontramos a Venus, en orden de órbita, el representante-del amor, y como tal, representa el corazón y el tórax en el sistema.
Enseguida encontramos a la Tierra, representante del útero del sistema, en donde se procrea la simiente humana. Desde este punto podemos bifurcar la línea, y de acuerdo al tipo de influencias de cada uno de los planetas que nos faltan por enumerar, les colocaremos en el orden siguiente:
Marte, el guerrero, lo colocamos en la bifurcación de la derecha; Júpiter, con sus vibraciones místicas y de tipo religioso se coloca en la línea de la izquierda; enseguida encontramos a Saturno, con sus vibraciones de sabiduría oculta, pruebas, obstáculos, etc., en la línea de la izquierda; le sigue Urano, en orden de posición, quien con sus vibraciones de actividad explosiva, se coloca en la línea de Marte, a la derecha; le sigue Neptuno, el planeta de las influencias supra físicas, que se coloca en la línea de la izquierda; por último encontramos a Plutón, el de transmutación espiritual, al que colocamos por la derecha.
Vemos, pues, que la Tierra representa el útero del sistema, en donde las leyes arcanas han depositado la simiente humana.
El hombre, para poder existir como tal, necesita las condiciones climatológicas, así como todos los recursos que sólo la Tierra posee en nuestro sistema solar.
Recuerden que hemos dicho que el planeta piensa por conducto de los seres que le pueblan. Ahora podemos avanzar algo más y diremos que el sistema solar piensa por la mente del planeta Tierra.
La mente instintiva del Cosmos dirige el movimiento de los astros de nuestra familia solar, pero ellos no saben que existen. En cambio, la Tierra por medio de su humanidad que es el cerebro pensante del planeta, sí sabe que existe y que existen sus hermanos; se está dando cuenta ya de que tiene una vida en evolución y que está cumpliendo una misión en el Cosmos.
Con estas consideraciones comprenderán, que en ninguno de los planetas existen hombres sino en la Tierra. Toca a la ciencia comprobar objetivamente esta verdad, y no tardará en comprobarlo.