"EL HERMANO MAYOR"
EL MAESTRO, EL AMIGO, EL SENDERO…!No. 125



PROLOGO

Para un estudiante o aspirante a la alta Iniciación o Iniciación Real, no simbólica, etc.., es necesario que el candidato sea probado una y mil veces, para medir su estado de conciencia y equilibrio frente a las pruebas que la vida misma le impone, de esto un verdadero INICIADO, no se salva; decía con mucha certeza nuestro Muy Venerable HERMANO MAYOR, que la Iniciación comienza en el hogar y esto es una realidad, ahí es donde el neófito empieza a experimentar las primeras pruebas del sendero Iniciático, pero con el apoyo en su Escuela de preparación Iniciática y la ayuda del Maestro, este si tiene la talla de un Iniciado, sale adelante y alcanza peldaños elevados en la escala de Jacob para convertirse luego en un servidor del plan cósmico para estos tiempos. Pero veamos lo que nos dice el SHM, sobre las pruebas del gran ZEN-DERO...

"El secreto del matrimonio radica en que al casarse una pareja hacen una cruz y en el centro de la cruz está DIOS. Y es a través de las pruebas propias de la pareja, los líos y del sufrimiento que se alcanza la luz, se alcanza la liberación. Es el secreto del matrimonio, en el matrimonio hay 2 artefactos porque representa el matrimonio..para las personas que vienen por primera vez, representa una barca y esta barca navega en el mar borrascoso de la vida y para este manejar esa barca se necesitan 2 artefactos, el timón que es el que maneja el hombre y la brújula que es la mujer, no puede la brújula actuar sin el timón ni el timón sin la brújula y en un mar borrascoso se necesita la brújula y el timón dice: ¡que hago yo sin brújula en esta oscuridad! Y entonces la brújula dice: ¡y que hago yo sin timón!, se necesita el timón porque sino esta barca se va a pique y los dos juntos la llevan…"

SHM Dr. Jose Manuel Estrada (Quito, Febrero de 1.981)

Unidos en el ideal de nuestros MAESTRES, van mis deseos sinceros de luz, PAX.!

GELONG Carlos Santos Puig

Miami, U.S.A., 5 de Febrero del 2.007


CONFERENCIA DEL VEN. HERMANO MAYOR, EL 17 DE JULIO DE 1.954

Vamos a estudiar un poco sobre esta frase que han propuesto:

"El que pierde su vida la en contrará y el que la encuentra la perderá".

Queridos hermanos, la Biblia es un libro Iniciático y todas las palabras escritas en ella nos conducen al estudio de la Iniciación. Para entrar en la Iniciación tenemos que entrar en el Sendero o sea la disciplina Iniciatica. El Sendero que es el que conduce al conocimiento supremo tiene una explicación en cada pasaje de la Biblia.

Refiriéndome a la frase inicialmente anotada, entendemos que cuando entramos en el Sendero encontramos un Maestro, ese Maestro es el que nos indica que es lo que debemos hacer. Cuando entramos al Sendero tenemos una vida determinada, nuestras actividades en esa vida y nuestros conceptos, basados en nuestros conocimientos. Pero el Sendero es de prueba y de renunciación. El candidato al entrar al Sendero lo primero que debe hacer es renunciarse así mismo, renunciar a su criterio, olvidarse de él para poder entrar en el conocimiento verdadero. Tiene que renunciar a muchas cosas a las que el esta apegado, a las que él quiere; primero le dolerá haber renunciado a ellas, después dirá: "Gracias a Dios que deje esto o aquello". Y ha perdido su vida, lo que más amaba de ella; pero encuentra la verdadera vida espiritual en el Sendero de la Realización. Lagrimas, le cuesta muchas veces, las lagrimas de Acuarius, aquellas que dicen que hicieron canales en la cara de Pedro al realizar el Reino de los Cielos. Después que el hombre llora domina el sentimentalismo que le trae el apego a las cosas materiales; cuando renuncia a ellas es que quita esas cadenas, entonces siente la verdadera paz y se encuentra feliz y tranquilo, verdaderamente libre en todas partes. Aparentemente ha perdido su vida profana pero ha encontrado su verdadera vida espiritual, ha encontrado lo que buscaba.

Hay personas que dicen: "Yo quiero estar en un Ashram para vivir tranquilo" y me digo, todavía no entienden lo que es un Ashram, lo que es una Colonia Espiritual. El candidato cuando se retira a una Colonia Espiritual es que esta dispuesto a transformar su estado de conciencia, a entrar en una disciplina que al principio es fácil pero que poco a poco se va haciendo más difícil. Es por esto que tenemos que meditar mucho antes de entrar al Sendero. Es seguro que al entrar al Sendero, vengan las pruebas verdaderas. A quien no le vienen pruebas no esta en el Sendero; no es escogido y no sabe lo que es el Sendero hasta que no reciba pruebas; al recibirlas es que se da cuenta el Candidato. Hay libros que hablan precioso del Sendero y de los Iniciados y de la transformación del estado de conciencia y los leen cómodamente con un cigarrillo y hasta dando sorbos de algún licor, y que todas las pruebas que se mencionan en esos libros son simbólicas y que de allí no pasan; que es entrar a un cuarto y encontrar cosas feas y tropezar con estorbos puestos de antemano; pero cuando nos decidimos a entrar en el verdadero Sendero nos encontramos con acontecimientos muy serios en los que nos sentimos desamparados y pedimos ayuda a Dios y eso es más angustioso que el que nos encontremos solos en un cuarto delante de muchas cosas feas. Las pruebas del Sendero para cada quien son diferentes y cada quien las va resolviendo y afrontando según su propia realización. La Iniciación es muy íntima, muy personal. Mientras no se reconoce esto no hemos encontrado el verdadero Sendero Iniciático.

Entonces, al perder su vida profana, encuentra su vida espiritual en los planos superiores; pero en realidad es el estado de conciencia en el plano físico que nos hace sentir una vida tranquila después de haber renunciado a aquello a que estábamos apegados.

Esto es desde el punto de vista Iniciático: "El que pierde su vida la encontrará y el que la encuentra la perderá ".

El que se decide a encontrar la verdadera vida en los planos superiores tiene que renunciar, tiene que perder todo aquello a que esta apegado a la vida material y renunciar a aquello que más ama, a aquello que más le gusta. A eso se le llama perder la vida en lo material, pero al perder esa vida se encuentra con otra superior.

El Hermano Mayor al entrar al Sendero, empezó a realizar su estado de conciencia después de muchos sufrimientos y muchos dolores, hasta llegar a sentir dulce lo mas amargo. "No pienses más en aquello, porque eso no te pertenece, tienes que tomar el Sendero de lo que no te guste, ese es el Sendero, no es el sendero ordinario" que la palabra que es la Palabra no es la palabra ordinaria. Cuando llamamos la atención a los hermanos que quieren entrar en el Sendero vemos que quieren someter a la Iniciación a ellos y no ellos a la Iniciación. Presenciamos tantas cosas, cada cual tiene su concepto de la Iniciación y pretende practicar el que le sea más cómodo, sin renunciar a sus malos hábitos ni a sus defectos. Un hermano en Venezuela dijo que quería tomarse unas vacaciones en el futuro y así encontramos muchos hermanos que se van quedando en el camino. Otros entran en el Sendero y también renuncian presto porque en el hogar es donde empiezan a encontrar dificultades. En el hogar son las primeras luchas que sostiene el candidato por la falta de comprensión de sus mismos familiares, allí tienen las pruebas del fuego, del aire, del agua, de la tierra. Es muy difícil encontrar dos en un hogar que sientan verdaderamente lo que es la Iniciación y aún entre dos Iniciados que están en el hogar piensan diferente uno del otro; entonces el H. Mayor pide mayor serenidad en el hogar y les voy a dar una clave que él usó en sus primeras pruebas:

Siempre vi en mi compañera la presencia de Dios y cualquier prueba que recibía de ella o de los que me rodeaban la tomaba como manifestación Divina que me estaba probando; entonces me tranquilizaba y dejaba pasar las cosas con tolerancia. Esto trae un estado de conciencia que más tarde le llaman iluminación o sea meditar en la presencia de Dios que no solamente se le ve en el hogar, sino en todas partes. Las cosas reaccionan de tal manera que un día se siente un profundo conocimiento, una realización de la presencia Divina que trae una paz, una alegría, una gran satisfacción que en todo momento se siente uno feliz.